¿ Por qué existe el dicho «Qué elegancia la de Francia» ?

Francia siempre ha sido sinónimo de elegancia, de lujo, de buen gusto, en todo sentido, pues es un país vibrante de historia, pero también de modernidad, ambas vertientes se conjugan deliciosamente para ser uno de los destinos más solicitados por los turistas.

Es un país que alberga grandes y sofisticados museos, en los cuales se exponen obras de gran envergadura internacional, tiene edificaciones y monumentos icónicos que atrapan las miradas del mundo entero, el mejor ejemplo de ello es su Torre Eiffel,  conocerla  es un privilegio que muchos desean tener.

Francia es emblema de la moda, teniendo en su territorio a grandes marcas que llenan a este país de alto nivel, en cuanto a la alta costura.

Su gastronomía es exquisita, llena de sabores maravillosos, y también, posee excelencia y variedad en cuanto a deliciosos vinos.

Los franceses tienen costumbres  y tradiciones muy propias, pero también muy elegantes y refinadas, son personas encantadoras en su forma de ser y de expresarse.

Por todo lo dicho anteriormente, es que este país se ha ganado el respeto, la admiración, y sobre todo, la atracción de las miradas más exigentes.

Francia es un país que solo con mencionarlo, dirige la mente a un lugar de placer, encanto y sofisticación.

Es por esta razón, que los medios de comunicación, la televisión, los medios escritos, el cine y otros, presentan a Francia como el gran referente del buen gusto y la elegancia en el mundo.

Existe una frase que ha sido usada en los últimos tiempos, que contiene un toque de humor y a la vez de grato asombro al ser pronunciada, esta frase es “¡Qué elegancia la de Francia!”

Del análisis que se ha hecho anteriormente, con respecto a  todo lo que implica Francia como un exquisito país a nivel internacional y que lo identifica como ícono de refinamiento, es que se puede entender el significado de dicha expresión.

La expresión “¡Qué elegancia la de Francia!”, fue usada en la serie televisiva Los Simpsons, en un capítulo en el cual Homero Simpson sale de su casa apresuradamente para buscar un pequeño bar que fuese nuevo para él y donde pudiera beber hasta embriagarse, entonces llega a un lugar que se trataba de un sitio muy elegante, donde habían varias mujeres y hombres.

Las  personas que allí se encontraban, estaban vestidos con trajes de noche y smoking, bebían champagne, había  gran lujo alrededor, se visualizaba a un pianista interpretando música clásica, propia de los lugares con buen gusto, entonces es cuando  entra Homero Simpson y exclama con delicioso asombro: “¡Qué elegancia la de Francia!”. Es en ese instante, cuando el portero del lugar lo detiene y le pide que se retire del recinto, sin escándalo y de inmediato, Homero hace lo propio y con la cabeza baja se aleja del lugar.

La frase “¡Qué elegancia la de Francia!”, usada para caricaturizar unos personajes, que disfrutaban un rato de placer y lujo. Lo que se buscó con esa frase, fue resaltar los atributos elegantes del lugar y compararlos con un país tan sofisticado como Francia, dándole rima a las palabras e insertando un toque de ligero humor al personaje.

La frase “¡Qué elegancia la de Francia!”, quedó plasmada en la mente de las personas, quienes la usan comúnmente en situaciones en las que pretenden destacar características lujosas en determinado momento, con respecto a personas, cosas, etc.

Lo cierto es que un país como Francia, siempre será usado como ejemplo para comparaciones relacionadas con el lujo, el confort,  la exquisitez y la sofisticación. Es un país con estilo muy propio, que se destaca siempre entre los demás países. Es casi seguro, que si se le consulta a alguna persona sobre el destino turístico  que le gustaría conocer en sus vacaciones, sin duda mencionarían a Francia.

Francia tiene  armonía arquitectónica en sus calles, en sus monumentos, museos, edificaciones, jardines, parques, entre otros, que conjugan maravillosamente la historia y la actualidad,  así como la antigüedad y la modernidad.

Es un país lleno de delicadeza y belleza, lo cual se refleja en su arte y cultura, en su amor por la pintura, la música, los movimientos culturales contemporáneos, etc. El arte y la cultura están presentes en cada rincón de Francia.

Este país se aleja de todo lo que es burdo, grosero y estridente, pero se acerca a todo lo que refleja clase y buen gusto.

Es por ello, que grandes casas de moda seleccionaron a este país para que fuera el territorio donde se desarrollen sus actividades comerciales, atrayendo clientes de todo el planeta, quienes acuden a Francia para encontrar los diseños y las creaciones de más alto nivel en el mundo de la moda, con piezas que son únicas, diseños exclusivos, respaldados por reconocidas firmas y destacadas marcas, que atribuyen al cliente importancia, lujo y el privilegio de sobresalir,  por el solo hecho de adquirir indumentarias en estas suntuosas casas de moda internacional.

Estas firmas y marcas reconocidas en el mundo de la moda, también organizan anualmente eventos y desfiles de alto nivel para mostrar sus creaciones y diseños, siendo París, la capital de la moda.

Es un privilegio para esta  hermosa nación, ser internacionalmente considerada como un país con tanto glamour. Su elegancia es natural, es la elegancia de un país cuya cultura y arte lo caracteriza, a través de las obras de famosos artistas que lo enaltecen con su excelencia, y que han sido influencia para el mundo entero.

Es un verdadero honor, que para frases como la que se ha expresado y analizado en este artículo “¡Qué elegancia la de Francia!”, se haya tomado en cuenta a este país para hacer una comparación, que resulta también una afirmación, con la cual se engrandecen, de manera relajada y fresca, las características de lujo y esplendor de esta nación.

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